
En un giro inesperado de sinceridad, José Luis Morales confesó ante micrófonos imaginarios que no se considera ni fifí, ni chairo, ni neutral: su única ideología es el chayote divino.
“Yo no le rezo a partidos ni a colores, yo le rezo a la bendita cartera. El chayote es mi Dios, mi guía y mi salvación”, declaró el comunicador, mientras acomodaba una pila de sobres manila bajo la mesa.
Algunos asistentes aplaudieron la honestidad, otros preguntaron cuánto estaban pagando por cada aplauso.
De acuerdo con testigos ñongueros, Morales planea abrir una nueva iglesia: La Catedral del Chayote, donde la ofrenda dominical será en efectivo y en billetes de a 500, porque las monedas “hacen mucho ruido en la charola”.
“Podrán acusarme de vendido, pero nunca de regalado”, concluyó Morales, antes de despedirse con la bendición del santo patrono de todos los comunicadores mercenarios: San Ciro sobre Amarres.