La ONU se ensarta al narcoestado
Por La Ñonga
La ONU aplicó el artículo 35, ese que se saca cuando un país ya huele más a fosa que a democracia.
Y sí, nos cayó el veinte: México fue llamado a rendir cuentas por sus desapariciones, homicidios maquillados y abrazos contables.
Desde Palacio contestaron con la clásica cumbia del engaño:
—“No entienden, los homicidios bajaron”— dijo la presidenta, mientras enterraba otro informe bajo la alfombra del “humanismo mexicano”.
Pero la ONU no se traga el cuento.
Sabe que aquí no bajan los muertos, solo cambian de categoría: de asesinados a desaparecidos, de desaparecidos a “no localizados”, y de “no localizados” a “inexistentes”.
El artículo 35 no pide milagros, solo que el gobierno deje de jugar al escondite con los cuerpos.
Pero en el narcoestado, la política de seguridad es simple: si no los ves, no existen; si protestas, te callan; y si investigas, te desaparecen también.
Así que sí: la ONU se ensartó al narcoestado. El problema es que aquí ya estamos tan acostumbrados…
que ni sangra.










