

https://xn--laonga-xwa.com/
El dominio más impronunciable de internet ya tiene nombre y apellido: La Ñonga. No es un virus, no es un error de dedo ni un conjuro azteca, es el nuevo cuartel digital de la sátira más brava y desvergonzada del país.
Tras años de rumores, chismes y memes clandestinos, La Ñonga se planta con página propia, como quien abre cantina en medio de una catedral. Desde aquí se repartirá sin censura lo que otros callan, entre carcajadas, albures y verdades incómodas.
“Si no puedes leer el link, no te preocupes, tampoco vas a entender las noticias oficiales”, declaró un colaborador entre risas. El sitio promete convertirse en la antítesis de los portales solemnes: donde ellos dan boletines, aquí se servirán madrazos literarios; donde otros cuidan el poder, aquí se le ponen orejas de burro.
La Ñonga no es un medio, es un desmedio. No tiene línea editorial, sino curva peligrosa; no tiene corresponsales, sino compas malhablados; no pretende informar, sino deformar la realidad para mostrarla más desnuda que nunca.
Queda hecho el anuncio: https://xn--laonga-xwa.com/ no es un error, es la dirección oficial del desmadre.